Por Ashraf Laidi @ailaidi, jefe de estrategia global de City Index
Versión española de Wordwide FX
Las bolsas norteamericanas están aceptando poco a poco la realidad: la tan esperada subida de tipos de interés de la Reserva Federal no va ser posible en el calendario esperado, tras los datos de pedidos de bienes duraderos de Estados Unidos, que cayó en diciembre un 3,4% tras preverse una subida del 0,3%. La subida del 11,6% en el dato de ventas de viviendas de primera mano en diciembre no bastó para darle la vuelta a las ventas en el mercado, iniciada por los malos resultados de Caterpillar (-7,1%) y Microsoft (-9,6%,) debidas a la desaceleración del crecimiento global y al impacto negativo de la fortaleza del dólar sobre los mercados.
El índice industrial Dow Jones cayó más de un 2%, circunstancia que no veíamos desde octubre. Los bonos soberanos reanudaron sus ventas, lo cual apoya nuestra teoría, que sostenemos desde diciembre, de que la Reserva Federal no va a subir tipos todavía.
Cuidado con el aplanamiento de la curva de rendimientos
La curva de rendimientos de los bonos soberanos americanos, medidas por la diferencia entre las rentabilidades de los bonos a 10 y a dos años o de cinco y 10, se ha estrechado 30 puntos básicos (en el spread 10-2) desde el 18 de diciembre. Un aplanamiento tan rápido en sólo cinco semanas apunta a que podríamos empezar hacer una curva invertida o negativa a finales de febrero.
La señal de la curva de rendimientos
Una curva de rendimientos negativa indica que la economía se está desacelerando, y a menudo augura una recesión. La curva negativa nos indica que la rentabilidades de corto plazo son más altas que las de largo plazo, ya que los inversores en bonos soberanos esperar una bajada de los tipos de interés en el futuro. Históricamente, las inversiones de la curva de rendimientos han empezado a producirse de 12 a 18 meses antes de una recesión.
En el tramo más largo de la curva, los inversores en bonos ya no valoran la posibilidad de una subida de la inflación porque anticipan una desaceleración. El papel de la curva plana a la hora de señalar una desaceleración en el crecimiento fue especialmente evidente en mayo de 2007, pues su mensaje era claramente contradictorio con los récords que entonces se producían en la bolsa americana. Los inversores en bolsa cayeron en el error cuando la economía se desaceleró ese año y la Reserva Federal se vio obligada a bajar tipos de interés tres meses después. El gráfico muestra la inversión de la curva en enero de 2007, cuando los intereses de corto plazo estaban demasiado elevados en relación con el panorama de los mercados de deuda soberana, como puede observarse claramente.
Lo que dijimos en marzo de 2014 sobre las curvas planas y la bolsa
“Los traders deberán vigilar de cerca la forma general de la curva de la rentabilidad de los bonos soberanos norteamericanos, ya que cualquier aplanamiento de estas curvas podría provocar temores de una nueva recesión y de un próximo crash del mercado. Lo bueno es que estamos a seis-nueve meses del día del ajuste de cuentas y no es probable que estas ventas del 5-7% en las bolsas vayan mucho más allá por ahora”.
Nueve no pero 10 meses después, la curva de rendimientos muestra la forma más aplanado desde 2009 y las bolsas han entrado en el ciclo de máximos más bajos en medio de preocupaciones por la desinflación y la poca credibilidad de EE UU para manejar cualquier subida de tipos a corto o medio plazo.
A medida que nos acercamos a las declaraciones del comité de política monetaria de la Reserva Federal, que conoceremos hoy mismo miércoles, las probabilidades de que se produzca un cambio a “dovish” en el tono de la reserva se han incrementado especialmente, ya que es probable que se mencione el impacto negativo de la subida del dólar. Recordemos que el Dow Jones subió 274 puntos el 8 de enero, el día que las actas de la Reserva Federal revelaban preocupaciones sobre el impacto de la subida del dólar en las compañías del país. Si el tono se muestra mucho más pesimista, podríamos ver el clásico efecto de una subida de las bolsas y también de los pares con yen, a excepción del USDJPY, pero los cortos de euro permanecerán atentos y podrían producirse nuevas ventas cerca de 1,1650.
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